La vida se trata de tomar decisiones: ¿vivimos aquí o allá? ¿nos casamos? ¿vivimos en pareja? ¿tenemos familia? ¿me voy de viaje? Y por supuesto, también nos enfrentamos a decisiones financieras todos los días. ¿Te ha tocado tener que decidir entre pagar una deuda o invertir ese dinero que tienes disponible? Pues en este nuevo artículo que te traemos, queremos contarte lo que tienes que tomar en cuenta para decidir y por qué pagar tus deudas tóxicas es la mejor inversión.
Empecemos por entender cómo está compuesta la deuda
Una deuda es un compromiso futuro que adquirimos con un tercero a cambio de un dinero que nos presta en el presente. Y ese compromiso significa que le pagaremos una cierta cantidad de dinero extra (intereses) a lo largo de un tiempo determinado. Así se define entonces el interés y el plazo de la deuda. En otras palabras, el dinero adicional que pagaremos y el tiempo en el que lo haremos.
Dependiendo del tipo de deuda que adquiramos, también estarán presentes algunos seguros, comisiones y gastos operativos. Por ejemplo, cuando adquieres un crédito hipotecario probablemente la institución financiera te obligará a contratar un seguro de desgravamen (en caso de que fallezcas el seguro se hace cargo del pago de lo que queda) y/o un seguro de protección del hogar (esos usados en caso de terremotos, incendios, inundaciones, etc.). Para más detalle te invitamos a leer nuestro artículo: 4 Elementos claves al momento de solicitar un crédito.
Tomando estos costos adicionales entonces tendremos lo que se conoce como el CAE o TAE. El Costo o Tasa Anual Equivalente. Este se refiere al porcentaje que representa la suma total de: los intereses, los gastos operativos de la institución y las comisiones bancarias u otros cobros, durante un plazo equivalente a un año.
Por lo general, el CAE se utiliza para determinar el costo real del crédito y para que los usuarios puedan comparar de forma efectiva la oferta de distintas instituciones.
En Ruta de Inversión nos gusta clasificar las deudas en dos tipos:
- Deudas tóxicas: sus intereses son por lo general altos y están asociadas a deudas de consumo que no te traen beneficios funcionales. Por ejemplo, tarjetas de crédito, líneas de crédito, créditos de consumo, entre otros.
- Deudas funcionales: por lo general tienen tasas de intereses más bajas y se pueden considerar deudas útiles. Por ejemplo: créditos hipotecarios, crédito para comprar una maquinaria o vehículo que te ayudará a generar ingresos, créditos estudiantiles u otros similares.
Entonces, entendiendo cuál será el CAE y el tipo de deuda que hemos adquirido podremos empezar a tomar una decisión de si te conviene o no pagar la deuda o invertir.
Y por último, recuerda que las deudas se acumulan y generan intereses sobre intereses. Es decir, mientras no las pagues estas irán creciendo como una bola de nieve. Por otra parte, no olvides que las deudas, salvo situaciones excepcionales, nunca desaparecerán y las instituciones o a quien le debas el dinero estará siempre detrás de ti para cobrarte.
Ahora entendamos de qué se trata invertir
Invertir se trata de hacer que tu dinero crezca en el tiempo. Y antes de hacerlo debes entender, entre otras cosas, los riesgos a los que te ves expuesto y cuáles son esos rendimientos o “intereses” que esperas que tu dinero genere en el tiempo.
Por ejemplo, cuando hablamos del mercado de valores, podemos usar nuestro dinero para prestarlo a alguna institución (renta fija) a cambio de un retorno “garantizado” en el tiempo; o nos hacemos dueños a través de la compra de acciones (renta variable) de parte de una empresa.
¿Otras formas de invertir? Muchísimas: inversión inmobiliaria, fondos de inversión, fondos indexados, fondos mutuos, ETFs, REITS, emprendimientos, negocios, y un largo etcétera.
Entonces, independiente del tipo de inversión que hagamos la clave de nuestras inversiones está en esa tasa de crecimiento o porcentaje de interés que seremos o prevemos que somos capaces de generar. Es decir, qué tanto crecerá nuestro dinero en el tiempo.
Y mucho ojo, en las inversiones nunca, jamás, nada será 100% garantizado. Esto NO es una recomendación, pero lo más cercano podrán ser los bonos del tesoro de Estados Unidos y aún así siguen existiendo riesgos que podrían hacernos perder dinero cuando invertimos en ellos.
Ahora comparemos y tomemos una decisión
Entonces, para tomar una decisión racional debes evaluar cuál es el CAE que estás pagando en tus deudas y qué tan eficiente (tasa de crecimiento), proyectas que serán tus inversiones.
Ten en cuenta que solo un pequeño puñado de los mejores y más grandes inversionistas de la historia, al menos en los mercados de valores, han logrado superar el 20% anual de sus inversiones persistentemente al pasar de los años.
Como lo decíamos anteriormente, al no existir nada garantizado en las inversiones, y recordando que las deudas sí están garantizadas y estarán allí esperando por ti para que pagues, suele ser mejor pagar y salir de todas tus deudas tóxicas antes de empezar a invertir.
Por todo esto, desde Ruta de inversión te proponemos que antes de empezar a invertir al menos te encuentres sin deudas tóxicas. No querrás que tus inversiones, en un momento de pérdida, tengas que cerrarlas para pagar más deuda.
En definitiva, tu mejor inversión será el pago de tus deudas tóxicas.
Para finalizar, si te quedan dudas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Uno de los servicios que prestamos se trata justamente de orientarte y ayudarte en la toma de decisiones. Pero no solo eso, también te ayudamos a establecer planes de acción concretos que te ayuden a salir de deudas para así empezar a invertir desde la tranquilidad.
Te invitamos a contactarnos a través de nuestro correos electrónicos contacto@rutadeinversion.com, para agendar una hora de evaluación financiera gratuita.